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Madrid (EFE).- Miles de personas volvieron a concentrarse anoche contra la ley amnistía para los independentistas catalanes ante la sede del PSOE inspiradas por Revuelta, una organización desconocida hasta ahora y secundada por Vox y sus grupos afines, aunque se desvinculan de ella.
“Protestar es legítimo. Hacerlo frente a la sede del partido que está vendiendo España a todos sus enemigos, más aún”, defiende Revuelta en las redes, donde ya avisan de que “si se legitima la ruptura de España, llamaremos a la ‘Revuelta'”.
Se define como un movimiento juvenil que cree que la juventud española, como todos los jóvenes que les precedieron, tienen la tarea de “renovar la nación”, que ven ahora amenazada por el separatismo, la corrupción, las políticas “antifamiliares” y el individualismo.
Basados en esta convicción, quieren a unir a los jóvenes a favor de la “pervivencia cultural, territorial y demográfica de España” frente al “wokismo” y el globalismo.
Hoy hace justo un mes de su primera aparición. Fue en la manifestación contra la amnistía convocada el 8 de octubre en Barcelona por Sociedad Civil Catalana, a la que se sumaron el PP y Vox. Por primera vez, se vio en público la pancarta morada con la palabra “Revuelta” escrita en blanco.
Díez días después una quincena de jóvenes se concentraban frente a la Embajada de Suecia en homenaje a las víctimas del atentado en Bruselas y al resto de víctimas asesinadas por el terrorismo islámico.
Dos tímidas presencias como aperitivo de su puesta de gala en la concentración promovida en la madrileña plaza de Colón el 29 de octubre por la Fundación para la Defensa de la Nación Española (Denaes), fundada por el líder de Vox, Santiago Abascal.
Ante las cien mil personas que secundaron la protesta, tuvo lugar la primera y exclusiva intervención pública del portavoz, César Planel, su único rostro oficial conocido y el encargado de dar a conocer la intenciones del nuevo movimiento.
“No solo tenemos la oportunidad, sino también la responsabilidad de plantar cara y organizar una gran revuelta juvenil para recuperar España”, declaró Planel en un tono épico semejante al empleado por Abascal y los suyos.
Términos como honor, patria, patriotismo y batalla, y expresiones como izquierda progresista y separatista, militancia patriótica, monstruos mediáticos y agenda globalista marcaron el discurso y se repiten en el manifiesto fundacional.
La calle, las redes y la universidad. Son los tres ámbitos de acción de Revuelta. En la calle se están forjando como instigadores de las protestas. El viernes acudieron a las primeras espontáneas que hubo en Ferraz y el sábado se lanzaron ya a una actividad frenética en las redes con llamamientos a la movilización.
Con las redes como máximo altavoz, las protestas se repitieran el domingo y, el lunes, Revuelta convocó oficialmente concentraciones ante las sedes socialistas de numerosas ciudades que han servido de inspiración a las convocadas por grupos ultras este martes.
“Revuelta siempre estará presente en Ferraz”, la calle de Madrid donde está la sede nacional del PSOE y que Revuelta ha adoptado ya como “símbolo” de su causa.
Y junto a las calles y las redes, pretende hacer de la universidad también su nicho e incluso está organizando un campamento de verano para jóvenes.
Revuelta cuenta con más de 15.000 seguidores en la red social X. Entre ellos, destacados dirigentes de Vox, empezando por el propio partido y Solidaridad, su sindicato afín, además de su secretario general, Ignacio Garriga; el vicepresidente y eurodiputado, Jorge Bxuadé, y la portavoz en el Congreso, Pepa Millán.
También siguen la cuenta los vicesecretarios de Comunicación, Manuel Mariscal; de Organización y número dos por Madrid el pasado 23J, María Ruiz Solás; y jurídica, Marta Castro, así como el eurodiputado y periodista Hermann Tertsch y el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo.
Pues sigue 45 cuentas, principalmente de asociaciones estudiantiles, colectivos y periodistas ligados a la ideología de derecha.
Entre ellas, figuran Denaes, Alternativa Estudiantil, Dolca Catalunya, Sociedad Civil Catalana, Libertad sin Ira, Estudiantes pel Canvi, Resistencia del Norte o S’ha Acabat! o el Club Tocqueville.
Afirman que se financia de manera autónoma, sin depender ni de partidos ni de fundaciones. Su existencia, dicen, depende única y exclusivamente, de la colaboración de sus afiliados.
Su financiación se apoyaría así en donaciones de particulares de entre 10 y 40 euros y mecenazgos de entre 20 y 200 euros, además de las cuotas de sus afiliados que van desde la estudiantil de 3 euros y la estándar de 10 euros a la “generosa” de 20, destinada a quienes tienen “posibilidades económicas” y quieran ponerlas “al servicio de un movimiento que quiere asegurárselas a todos aquellos que no tienen esa suerte”.
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