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Zaragoza (EFE).- El presidente del Gobierno aragonés, Jorge Azcón, se ha estrenado como tal en la tribuna de las Cortes este jueves con un debate que pretendía ser sobre las reivindicaciones que llevará Aragón a la comisión de comunidades autónomas del Senado y que ha acabado girando en torno a la posible ley de amnistía y, en general, a la política nacional.
Azcón ha comparecido a petición propia ante el pleno del parlamento aragonés para dar cuenta de estas reivindicaciones, que ha detallado solo después de atacar duramente la hipotética ley de amnistía. Esta, ha dicho, irá definitivamente contra la igualdad de los españoles, perjudicará a los aragoneses y dificultará la culminación de los proyectos pendientes en Aragón.
El presidente ha hablado de la necesidad de ejecutar las obras pendientes del Pacto del Agua, de la lucha contra la despoblación para hacer de Teruel una provincia atractiva para las empresas, de la rehabilitación de vivienda, de apoyar la actividad turística en el Pirineo durante todo el año, de las infraestructuras carreteras y ferroviarias pendientes.
También de una financiación autonómica que tenga en cuenta el coste real de la prestación de servicios y que evite que el Estado financie a las comunidades en función solo del número de habitantes y no de la dispersión.
Pero todas estas cuestiones, ha lamentado, “quedarán enterradas” si el Estado finalmente “cede en su pulso con los independentistas”.
Especialmente la financiación autonómica, que si se acomete “bajo la batuta” de Pedro Sánchez no tendrá en cuenta el enfoque que necesita Aragón y se abordará en exclusiva “en catalán y euskera”.
El PSOE quiere una España “desigual” en la que “se premia al malversador, al sedicioso y al delincuente”, ha agregado Azcón. Ha insistido en que el mensaje que lanza Sánchez es “muy peligroso”, puesto que demuestra que no le importa pactar con partidos que atacan a la Constitución mientras sus votos “le sirvan” para mantenerse como presidente.
Aragón, ha dicho el presidente, ha vivido “abandono” y “dejación de funciones” por parte del anterior gobierno, el liderado por el socialista Javier Lambán, y ahora “necesita estar de nuevo presente en la agenda nacional”.
El discurso de Azcón ha sido criticado por los partidos de la izquierda. La portavoz socialista ha sido especialmente dura al reprochar al presidente su “papelón” y su intervención “impropia de un presidente serio, responsable y maduro”.
Comparecencia “surrealista”, “fake y tramposa” y “una tapadera”, ha lamentado, para evitar hablar del mantenimiento en el gobierno de dos directores generales “franquistas”, en referencia a las publicaciones de apoyo a destacados personajes de la Dictadura que Esmeralda Pastor y Jorge Valero publicaron en sus redes y luego eliminaron.
Para Pérez, Azcón utiliza el Parlamento como “lanzadera” de su proyección “política y personal” y actúa “como fiel escudero” de Alberto Núñez Feijóo en lugar de ser el presidente “de todos los aragoneses”.
José Luis Soro, de CHA, ha coincidido en que el presidente ha usado la tribuna del parlamento aragonés para hablar “de las cosas de España”. “La amnistía es el principal problema de Aragón”, ha ironizado, y Azcón la utiliza “para hacer puntos”, porque no quiere ser presidente de Aragón sino “un barón” del PP, “ya que no ha podido ser ministro”.
“No les interesa que hable de amnistía, pues prepárense, que se van a hinchar a hablar de igualdad entre españoles”, ha asegurado Azcón en su réplica.
Y ha advertido de que el PP llevará a un próximo pleno una iniciativa al respecto que incluya la posibilidad de que el parlamento recurra al Constitucional si finalmente se aprueba la ley de amnistía.
También Álvaro Sanz, de IU, le ha recriminado a Azcón que haga de las instituciones aragonesas “un lodazal” y que mantenga a los dos directores generales “franquistas” en el gobierno, mientras que Andoni Corrales (Podemos) ha lamentado también que no se haya destituido a estas personas y el “cuajo” del PP, un partido, ha recordado, que amnistió “a mucho ladrón” (en referencia a la amnistía fiscal de Mariano Rajoy) que luego se decretó inconstitucional.
Desde Teruel Existe, Tomás Guitarte ha obviado ese debate y ha enumerado los puntos en los que debería basarse la reivindicación de Azcón ante el Senado: financiación autonómica real, aplicación del mecanismo rural de garantía a todas las leyes, un pacto de estado contra la despoblación, incrementar las ayudas al funcionamiento de las empresas, subir el FITE a cien millones de euros, ayuda para el mantenimiento de las carreteras autonómicas y mejorar las conexiones ferroviarias.
Por los partidos que apoyan al gobierno, Alberto Izquierdo (PAR) ha asegurado que le “encanta” que Azcón esté “impregnado de aragonesismo”; Santiago Morón (Vox) ha coincidido que ninguna de las reivindicaciones pendientes podrá llevarse a cabo “si se culminan los planes que ha urdido Sánchez para mantenerse en el poder”, y Fernando Ledesma (PP) ha alabado que Azcón pretenda llevar estas peticiones al Senado, “que no está secuestrado por una minoría exigua como sí lo está el Congreso”.